Toxina botulínica (botox)

La toxina botulínica es el tratamiento de las arrugas de expresión, así denominadas por su relación directa con la mímica facial; fundamentalmente de las arrugas de la frente, el entrecejo, las perioculares (patas de gallo) y las peribucales (verticales de los labios).

 

La toxina botulínica es una terapia causal, porque consiste en la paralización selectiva de los pequeños músculos responsables de ciertos gestos faciales innecesarios, cuya repetitividad determina la aparición de surcos y arrugas estables y profundas.

Es una denervación selectiva, mediante el empleo de fármacos; es decir un bloqueo de la liberación de ciertas sustancias fundamentales para el establecimiento de la conexión necesaria entre las terminaciones nerviosas y la placa motora del músculo. Por lo que consigue una suavización de los gestos.

En Clínica Martínez Amo, el dermatólogo realiza la exploración y le conseja el tratamiento más apropiado para su caso.

 

Método

Consiste en la infiltración de pequeñas cantidades de un fármaco específico en los propios músculos y regiones citadas.

La infiltración se realiza con una jeringa y una aguja muy fina, que la hace prácticamente indolora.

 

Tratamiento

El tratamiento se realiza en una única sesión.

El paciente se reincorpora inmediatamente a sus actividades habituales.

El efecto aparece alrededor del 3º-4º día, y es completo a los 7-10 días.

 

Duración del tratamiento

Entre diez y treinta minutos.

 

Comentarios

En el caso de las arrugas faciales, en ocasiones resulta interesante completar el tratamiento con procedimientos de relleno, Láser, y peelings.

En Clínica Martínez Amo es el DOCTOR quien realiza la exploración y le aconseja de modo personalizado el tratamiento más apropiado en su caso concreto.

En Clínica Martínez Amo somos conscientes de la importancia de una atención óptima y personalizada, así como lo valioso que es su tiempo, por ello le reservamos el espacio dedicado a su tratamiento mediante una cita previa que confirmaremos.